jueves, 28 de julio de 2011

DECISIONES.


Como me aburro de no hacer nada hoy os dejo un relato rápido basado en hechos reales. En realidad fue mucho más gracioso de lo que se puede intuir aquí pero el humor no es lo mío.

DECISIONES.

- Este es el último tubo. - Me alienta la enfermera observando preocupada el cada vez más marmoreo tono de mi piel.- Ya está. Acabé.- Retira la aguja y se marcha dejandome descansar en la camilla.
Desde siempre he tenido miedo a las agujas. Me han enseñado mil formas de controlarlo pero nunca lo he conseguido. Intento recordar cuando comenzó este fobia absurda pero creo que me ha acompañado desde que nací.
Salgo a los diez minutos ante la atenta mirada de mi médico; por su cara recuerda perfectamente la última vez que me desmayé cuando me sacaron sangre.
Me siento en la parada del autobús y pronto me doy cuenta de que no es la mía. Aún estoy mareada. Espero igualmente el autobús y cojo el primero que llega sin fijarme en el número, sólo quiero saber a dónde lleva.
Hay tantas cosas que yo no he elegido en mi vida; mi nombre, mi cumpleaños, el miedo a las agujas... Cuántas cosas más habrá de las que no soy consciente. Y sin embargo para una vez que puedo elegir, una decisón importante, decidir quién voy a ser, y me resulta imposible. Es como estar ante un abismo sabiendo que tengo que saltar y nada puedo hacer para evitarlo.
- ¡Última parada!- Avisa el cansado conductor.
Bajo y ando unos metros hasta la siguiente parada que veo sin importarme tampoco cual será el trayecto de estos nuevos autobuses. En realidad esto me recuerda un poco a la teoría de las cuerdas de Einstein. Según esta las partículas elementales son bjetos extensos en una dimensión, las cuerdas. Nuestro Universo posee dimensiones espaciales adicionales, curvadas sobre sí mismas y de un tamaño que las hace inobservables a las energías actuales, pero que influyen en el comportamiento de las partículas a energías muy altas.
Es como cuando llueve y ves caer las gotas sobre un lago. Si debajo de ese existiese un universo bidimensional,los peces verían las ondas formadas y aunque no puediesen observar las gotas podrían intuirlas.
Así es un poco viajar en autobus sin rumbo. Y así es un poco mi vida. Miles de decisiones tomadas por mí o por otros, pero desde mi universo no puedo ver esas gotas sólo su resulatado. Las ondas de mi vida.
Bajo del segundo autobús solicitando parada en un lugar cualquiera. Necesito aire, mi cabeza da vueltas. Cada vez veo más cerca ese acantilado y sólo necesito que alguien me diga "Estas haciendo lo correcto" o "Te estás equivocando totalmente".
Nunca me han gustado las decisiones irrevocables. Me gusta tener un plan B, o mejor todo el abecedario.
- ¿Estás bien?- Me pregunta un hombre por la calle.
- Sí. Acabo de descubrir que en el fondo me gustan las agujas.

martes, 26 de julio de 2011

Cambio de filisofía.


Querido, abandonado y poco leído blog; hace bastante que no te escribo y esto tiene su razón. Por una parte en verano hay demasiado que hacer y por otra no sé si lo que escribo llega a alguien. Igualmente hoy he decidido que ya era hora de retomar esta empresa con o sin futuro.

Cambio de filosofía.


El ronroneo de la ociosa brisa estival se recrea retozando dormilona entre las lavandas como desafiando a moverse a todo lo que le rodea, en contra de la habitual pasividad del verano. Intento retener en mi retina, en mi piel y en todos mis sentidos la deliciosa escena.
Me distraen un par de abejas que liban el néctar de las perfumadas flores como si intentasen paladear cada segundo, succionando cada instante de la vida. Disfruto del zumbido de sus alas que esparce tan agradable aroma, sabiendo, sin duda, que tendré que apartarme rápidamente en caso de que a tan graciosos insectos se les ocurra desinteresarse de la flora y buscar nuevas aficiones. Me recreo minuto tras minuto en esa tranquilidad tensionada de saber que lo único que me preocupa no tiene importancia y que las cosas con importancia en ese instante no me preocupan.
En verano el tiempo se ralentiza haciéndote sentir como en una dimensión paralela. Es el cambio de la filosofía del café a la libre doctrina de la cerveza. El mundo deja de girar y solo flota al compás de las dobles corcheas del violín solista de Vivaldi entre doradas burbujas de optimismo.
Todo mi universo es ahora el reflejo de la brillante luz del sol sobre el morado.
Pero las pequeñas y las grandes cosas se derrumban a mi al rededor. Hay tragedias y alegrías. Entonces, cuando soy consciente de esto, algo tira de mí para que salga del letargo de mi mundo de cristal. No puedo estar quieta, hace mucho que acepté vivir por las causas perdidas.
Porque no hay blanco sin negro y a mí no me gusta correr tras la vida, prefiero echarle una carrera.


Bueno, espero no aburriros demasiado y seguiré estos día publicando un par de ideas que andan por aquí flotando.