miércoles, 14 de diciembre de 2011

Rompecabezas.


Querido lectores, si es que acaso tengo. El otro día una conversación con una amiga consiguió tenerme en vela un par de noches pensando sobre lo dicho. Os dejo con mis conjeturas y mi migraña.

REALIDAD VS FICCIÓN.

Ya me había cuestionado más de una vez por qué cuando terminamos una novela (especialmente si es de terror o intriga) se instala una sensación de abandono glacial en nuestra columna vertebral, recorriéndola hasta el cuello y luchando por invadir nuestro cerebro. Yo siempre había pensado que era como un apocalipsis a pequeña escala, el fin de lo que ha sido nuestro mundo durante ese periodo de tiempo. Hay que acostumbrarse al exterior de la grafía, a un nuevo idioma, un nuevo mundo de imágenes y colores, un mundo físico fuera de nuestra mente.
Sin embargo, ahora mientras cobijaba los pies bajo la gruesa manta, protegiéndome del frío continental, las mejillas me ardían coloreandose de un poco favorecedor carmesí.
Todavía no había acabado la historia, estaba en el momento culmen de la película y las emociones brotaban sin cesar. Incluso en algún momento alguna tímida lágrima se atrevió a asomarse al balcón de mis párpados, cosa poco habitual en mi persona. Sublimaba tensión, lujuria, tragedia, terror, dolor y felicidad. Se podía palpar su fuerza, podías meterte en la piel de cada personaje, trasladarlo a tu propia persona.
Durante media hora más se mantuvo así el clima sentimental de mi habitación. Créditos, y ahí estaba de nuevo la sensación congelando mis entrañas.
Había vivido tan sofocantes emociones que era normal el cambio de temperatura de la vida. Hermoso, podría definirlo. Duele sospechar que algo irreal puede ser tan bello, tan nítido.
Eso no existe fuera de la gran pantalla, fuera de las cubiertas del libro. Y sin embargo ¿no existen de verdad esas impresiones?.
Ciertamente nunca nada es tan perfecto como un guión de cine, nada es tan completo, tan correspondiente entre sí.
Hemos idealizado ciertos conceptos. Las románticas mentes humanas nos hablan de términos insuperables, saturados y acabados. Son ideas definitivas compitiendo con un mundo imperfecto, alterable e inconsciente de sí mismo.
Nunca encontrarás física e integramente concepciones abstractas como el amor, la guerra o la pasión; y sin embargo están ahí.
Este defectuoso, falto, incompleto, inexacto, irregular y anómalo planeta en el que vivimos tiene por suerte o por desgracia un entramado mucho más complejo de realidades. No creo que vivamos en un momento puramente un sentimiento y al momento contrario otro. Es más bien un fluir, una mezcolanza de vivencias y sentimientos, mucho más terrible y colosal que cualquier representación de él.
Es cierto, el cine o la literatura no han hecho daño a nuestra concepción de la realidad. Han sido unas mentes débiles a las que les es mucho más fácil asimilar una representación más sencilla, que encaja como un puzzle que la enrevesada realidad.
Este mundo, con sus cosas malas y sus consas buenas, con sus impulsos irracionales que parecen movidos por el latir de millones de corazones, me resulta irresistible. Un rompecabezas imposible de resolver al que me encanta jugar.

martes, 6 de diciembre de 2011

Divagando.


Querido blog y seguidores. Tendría mucho que decir hoy tal y como van las cosas, pero no sinceramente no sabría por dónde empezar, ni cómo abordarlo, ni si estaría aportando algo importante o no... Así que con tales dudas mejor no decir nada.
Os dejo con un pequeño escrito.

DIVAGANDO

-¿Dónde está el espacio-tiempo? Se me ha roto esa palabra. No encuentro el tiempo por ninguna parte, quizás lo hayan privatizado... Pues yo no tengo dinero. Nadie tiene dinero ¿no?. Es sólo un valor de intercambio, una tasación de lo que tenemos y queremos. ¡Pero nadie puede poner precio a mi vida!
-Mmmmm ¿Me dejas hacerte un estudio de mercado? Con el marketing adecuado puedo venderte hasta el castigo eterno como si fuese el Edén. No sería difícil estimar nuestra valoración como producto.- Guardaste silencio un segundo, escondiendo tu mirada tras los parpados- ¿Lo notas? Sin tiempo las sensaciones sólo tienen una dimensión. Están devorando el espacio, invadiéndolo violentamente.
-Pueeeesss ya han asediado mi entendimiento. No sé yo si nuestra conversación va a tener mucho sentido a partir de ahora.
-¡Bah! Mira a tu al rededor. Las cosas sin lógica son las únicas que tienen razón de ser ahora mismo.

Observé la Gran Vía, Madrid se imprimía sobre un cielo gris de nubes fundidas formando un telón de acero a la realidad. Todo se convulsionaba irregularmente en su propio absurdo, como el palpitar de un corazón doliente.
Los transeúntes sepultados en su propia existencia, pasaban a nuestro lado sin percatarse de nuestra presencia y posiblemente sin percatarse siquiera de la suya propia. Conductas aprendidas, condicionamiento, rutina, horarios, calendarios y agendas flotaban sobre sus cabezas como un aura diabólica.

-¡Qué horror!- Exclamé- No hemos perdido el tiempo, lo han secuestrado. Mira sus muñecas, lo tienen encerrado en jaulas de cristal. Antes corríamos persiguiéndolo, ahora lo esclavizamos como a un becario al que obligas a hacer informes detallados de lo que te toca hacer. Hemos encarcelado el futuro, ya nada es incierto, tenemos apuntado en nuestro planing hasta en qué baldosa pondré el siguiente pié.
-Cierto, cierto. Pero se les ha olvidado vivir.

El frío viento azotaba mi rostro y apuñalaba con mil alfileres mi garganta y mis pulmones. La pasión del invierno me bloqueó cuando la lluvia irrumpió empapando mi humor. Recordé que estabas a mi lado y que seguramente el agua también te estaba mojando.

-Deberíamos buscar un café.- Sugerí.
-Espera un rato más. Quiero disfrutar de las percepciones, de la vida, un poco más antes de que volvamos a la aleación de la humanidad. ¿No sientes ese cosquilleo de impaciencia en el estómago esperando la siguiente gota? ¿No notas el contraste de la frescura del líquido con el ardor de la piel?
-Estás hecho un poeta. - Me burlé.
-Es verdad, estoy divagando y es hora de volver a... donde sea que tenemos que volver.
-¡Dig ding! Suena la campana de Paulov. - Sonreí mientras me ayudabas a levantarme.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Predecible.


- Esto es como el amor.
- ¿Osea, que no existe?
- No, me refiero a fuerzas de atracción y repulsión.
- Si ya... Comprendo. Pretendes simplificar el mundo en algo tan sencillo como un modelo de dos fuerzas contrarias. Pero no sé si es porque no he dormido o porque esto está lleno de "Dermatophagoides farinae", pero me da la sensación de que o es mucho más complejo, tanto que sería absurdo intentar asomarnos a su grandeza, o es tan simple que sólo hay una fuerza.- Freno en seco.

La rabia contenida comeienza a emerger, primero en forma de sudor frío en las manos, asentándose después en mis mejillas donde se concentra la sangre. Cada célula parece vibrar y arder al mismo tiempo, coloreando mi piel de la turbación.
Miro por la ventana y respiro hondo tratando de calmarme, pero el cielo gris no consigue mejorar mi humor.

- Una fuerza, repugnancia, antipatía, asco. No PULL si no PUSH. ODIO.
- No empeores la situación. ¿Me dices tu nombre?- Sonríes al comprobar mi desagrado.
- Por lo visto, Atenea. Y tú debes de ser Idios.- Contesto exaltada.

El momento más feliz del día fue cuando alejándome pude ver tu figura estampándose contra el borroso fondo. ¡Ay! Adorada miopía...

lunes, 28 de noviembre de 2011

Tic-tac, tic-tac.


Simón se recostó sobre el incómodo asiento del vagón de metro. Le esperaba un largo trayecto por la circular y por descuido no llevaba encima su habitual lectura. Aburrido, clavó la mirada en su reflejo de la ventana de enfrente.
Su vida, pensaba, se había convertido en vorágine de sucesos y circunstancias sin sentido sobre los que no tenía control alguno. Hubo un tiempo en el que le parecía sencillo hablar de optimismo con una sonrisa en la cara, pero ahora era el aroma del escepticismo el que flotaba envolviendo sus amargas reflexiones. Incluso, aún hoy, se le coloreaban las mejillas al no reivindicar un ponerse en pie, un gritar las cosas hasta que duelan los pulmones, un pensar que todo es posible. Suponía que, en el fondo, aún quedaba algo del ingenuo que un día fue.
Observó con atención sus vidriosos ojos preguntándose si él, una unidad insignificante más de vida entre seis mil millones, tendría algo de fuerza para decidir sobre el futuro. Negó con la cabeza, no creía si quiera tener control sobre sí mismo.
Estaba desencantado con la dirección que estaba tomando su vida, desencantado con la que había tomado el mundo. Una llama tenue y suave de nostalgia, era lo único que le quedaba de lo que había sido. Reconocía las jóvenes facciones que se plasmaban en el cristal y sin embargo era como ver una cara conocida que no consigues ubicar.
Contempló a la mujer que le sonreía sentada a su lado y comenzó a divagar.
Poco a poco eran los momentos más felices los que peores recuerdos le traían. La felicidad, traidora liberadora de conciencia, le estaba desquiciando. Volvía a su cabeza repetidamente el recuerdo doloroso, y no podía hacer otra cosa que intentar apartarlo. Aveces exclamaba sorprendido por el dolor que podía causar esa simple reminiscencia.
Simón se preguntaba si el resto sentía lo mismo y si lo sentían cómo no eran capaces de verlo y de decir “Te doy mi pésame por otra ilusión perdida, pero recuerda que es el ciclo de la vida. Ahora podrá nacer en algún rincón de tu mente otra nueva decepción”.
Dolía tanto que aveces por unos segundos tenía la sensación de quedarse sin respiración, tanto que sin quererlo se encerraba en un bucle del que no era posible salir. Se prometía no caer de nuevo en el error de vivir. Prefería una existencia intermedia; un fantasear como sustitución, y soportar sólo la realidad cuando la situación era insalvable. Pero ya no podía porque la vida era una droga de la que uno podía no desengancharse una vez que la probaba.
Tenía la impresión de caer, caer, y caer, hasta que no quedaba una gota de sí. Se estaba consumiendo por completo en un caos de nuevos recuerdos.
¿De dónde provenía su angustia? Era algo a lo que no conseguía contestar. Su vida era tan común como la de cualquiera, uno más entre la amalgama de soñolientos pasajeros que el subterráneo transportaba. Y sin embargo el desconsuelo persistía, aferrándose a sus entrañas, invadiendo su intelecto.
Odiaba sus propias concepciones. Arrugó molesto el entrecejo. ¿Cómo hacían las grandes mentes para embellecer la melancolía y no hacer literatura barata?. Se revolvió violento.
Cuando se sentía así sólo podía proyectar sus razonamientos esperando que la tortura recayese sobre ellos en su lugar.
"Es lo que tenemos las mentes autodestructivas", se dijo el chico, "somos capaces de destilar sufrimiento hasta de lo que más queremos. Somos una bomba de relojería, cualquier palabra, nota musical, imagen en un momento concreto pueden ponernos en marcha."
Se desperezó, estirando los brazos, y sus azules pupilas irradiaron un destello, de demencia, cuando al acercarse involuntariamente la muñeca al oído escucho la respuesta susurrante del tic tac del reloj.

lunes, 14 de noviembre de 2011

ÁCAROS II


Querido blog mío, hoy de nuevo escribo con la crispación y la afrenta como musas. Y es que de verdad hay imbéciles en la vida, y como la mayoría de las veces tu "supervivencia", por así decirlo, radica en estar bien calladito, no tengo otra que desahogarme donde puedo. Ojalá cada entrada que escribo pensando en alguien en concreto lo leyese la persona a la que va dirigida. Sé que probablemente no es así, pero me gusta imaginarme mi propio mundo perfecto.


ÁCAROS Y MÁS ÁCAROS.

" Esta vez no fue una invitación a café la que me hizo reconocerle. No hizo falta que me hablase de ningún libro, yo tenía la certeza de que se sabría muchos de memoria, es más, estaba completamente segura de que incluso habría pensado en ellos.
Y sin embargo ahí estaba, como si del mismísimo Gregorio Samsa tras su transformación se tratara. Un ácaro, moviendo sus patitas y sus pinzas, retorciéndose del placer de saberse dueño de la situación. Y es que estos ácaros necrófagos se regodean viendo el terror en los ojos de su víctima antes de ser su acompañamiento para el té.
Son los más peligrosos. Normalmente las especies fitófagas se conforman con pasar desapercibidos, con que nadie se dé cuenta de lo que que realmente son, asquerosos parásitos de la realidad y del ingenio. Seres pseudo-inteligentes, que se ven a sí mismos como genios.
Pero los necrófagos suelen ostentar cargos de poder, lugares donde demostrar su "valía", donde no se oigan los gritos de socorro.
Clavó su mirada en mi largo rato. Supongo que pensó que no sabría averiguar qué era. Porque esa es otra, estos pequeñísimos quelicerados sé creen únicos.
Le observé en silencio, cavilando sobre si el mundo tendría solución con una plaga como esta y si yo conseguiría salvarme de ese proceso, esa metamorfosis que destruyó y aún destruye la humanidad.
"Luego, a pesar suyo, su cabeza hundióse por completo y su hocico despidió débilmente su postrer aliento". Y es que la vida de los ácaros no es muy larga, por eso os animo a alejaros de ellos no vaya ser que sea contagioso."
- Mmmmmm...Me gusta aunque es algo superfluo.
- ¡Bahhh! Peores críticas he oído. Hay quien dice que ni siquiera soy yo quien escribe.

viernes, 28 de octubre de 2011

Pequeñas discusiones dialécticas.


Queridos y escasos seguidores;
Estreno mi nueva dirección de blog (comoconociaitziar.blogspot.com), más acorde con la propiedad del mismo, con una nueva entrada.
No seáis demasiado duros juzgándaola pues últimamente no tengo mucho tiempo y estoy trabajando en algo que espero poder publicar dentro de poco.


PEQUEÑAS DISCUSIONES DIALÉCTICAS.

El sofocante vapor del invernadero del Jardín Botánico inunda mis pulmones. Aspiro el aire húmedo con los ojos cerrados.

- ¿Sabes? Nuestras discusiones son como una partida de ajedrez.- Rompo el silencio.
- ¿En serio?. A mí me recuerdan más a la bomba de Hiroshima.
- Mmmmm no. No somos destructivos, si no constructivos. Aunque es cierto que tu cinismo es contagioso. Tu forma de hablar tiene ese atractivo del disfrute masoquista. Como cuando estás melancólico y escuchas "El requiem" de Mozart.

Callamos mientras observamos unas preciosas nepenthes carnívoras.

- Gracias por... tu humanidad, supongo. - Contestas pensativo.- Viniendo de ti es casi empatía... Me ayuda a tener los pies en el suelo.
- Uyyyy creo que cometes un error de concepto. Yo en vez de "gracias por tu humanidad" diría "desgracia de humanidad".
- ¡Y luego soy yo el desencantado!- Respondes divertido.- Deja ya de martirizarte. La humanidad se extinguió hace tiempo. No sé si por un meteorito de sandeces o por una infección de hipocresía, pero hoy en día no hay personas. Son poco más que una leyenda, un viejo cuento para asustar a los niños. Deja ya ese pesimismo, me da la sensación de que discuto conmigo mismo. A ti siempre te fue más lo de luchar por causas perdidas.
- Eso ha sido un jaque mate en toda regla. Vamos a ver al Gingo, me apetece contemplar su dormida lucha contra el tiempo.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Costes directos e indirectos de mi vida diaria.


Supongo que todos habréis visto alguna vez el cuadro de "El grito", sobre él Munch escribió: "Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.".
Esas pinceladas me han sobrecogido desde pequeña. Tengo que reconocer que ese cuadro me daba miedo, me fascinaba, pero me aterrorizaba.
Hoy en día aún tengo muy asociado sugestión con pánico. Esa atracción por lo que provoca temor y ese pavor hacia la persuasión. Adoro esa seducción por el horror de esta vida que hace tan perfecta la belleza que también hay en ella.
Os dejo... lo que sea que pueda ser esto que he escrito, deleitándome en esa belleza de lo deformado.

¡CRACK!
- ¡Uy se ha roto el mundo! Y tu perfume huele a hiperestaflación galopante por lo menos, los valores de la hipocresía tienen tasas superiores al 1000% anual. Los sentimentales ya no tenemos nada que hacer salvo estar pendiente de las rentas del activo financiero de nuestra dignidad.
- Pero qué importa una bolsa ¿no?, si fuese por lo menos un monedero... Pero la gente hoy ya no entiende de nada ¿comprendes?, prefieren unas bolsas de basuras para esconder dos o tres milloncejos. Ya no estoy a la moda, ¡no tenía ni idea de que eso fuera... chic!
- ¡Mira fuegos artificiales! Ahhh no lo siento, sólo era el boom inmobiliario. El mundo debería entender que el único dinero posible son nuestros propios valores, nuestros sentimientos y nuestras ideas. ¿No crees que sería ideal ir al mercado y decir deme esos zapatos que tengo una idea de 7 y un sentimiento de grandeza?.
- ¡Ugh! No por favor, ni lo pienses. ¿Te imaginas qué el mundo fuese como tú y yo?. Habría estallado la Tercer Guerra Mundial antes de que se hundiesen los bancos con las hipotecas subprime. Jamás podrías comprar nada con los “costes en suelas de zapatos” que tendríamos. Los idealistas somos así, montañas rusas. Con principios tan débiles como una pajita pero, que al ser flexibles, nunca se doblan con el viento, al contrario que el recio árbol...
- Empiezas a divagar... Todo es culpa de la cortesía. Eso de llamar señor a quien te da latigazos en la espalda. Ser capitalista hoy en día debería ser un hecho imponible con un tipo impositivo del 200% como mínimo.
- Sin duda. Los modales son pura externalidad. A mí cada día me cuestan por lo menos 3€ más iva. ¿ Y si montamos una empresa? “Reeducación S.A.”. ¡Suena divino!
- Suena a patraña. Debería de ser... “Educación” porque lo que hay hoy en día no lo es. O “Antieducación S.L.”, la educación salvaje, borrar esas dichosas reglas sociales que nunca entenderé. Sentido común le llaman. ¡Já! Y un cuerno.
- Lo siento pero creo que de ese nombre ya tiene el copyright Esperanza Aguirre. ¿No has leído los periódicos?.
- ¡Ah, si! Ese terrorismo contra el futuro. Bueno voy a reajustar mi activo y mi pasivo que mis neuronas ya están en situación de quiebra.
- First in, first out. Me voy a mi casa a repasar los ratios.

sábado, 20 de agosto de 2011

Mi crítica.


Hoy haré algo que nunca antes he hecho: dar en este blog mi más sincera opinión sobre temas muy concretos de actualidad sin dejar opción a segundas lecturas. En general me gusta animar a que la gente piense por si misma y suelo tender más a los abstracto, filosófico o literario, pero si pido un cambio al mundo lo primero que debo hacer es cambiar yo. Siento que alguien se pueda sentir contrariado o incluso ofendido, pero esa no es mi intención.

Un fantasma recorre el mundo, el fantasma de la crisis; porque eso es lo que estamos viviendo, una de las mayores crisis históricas. Hemos vivido durante años de un agotado sistema capitalista y ha terminado por explotar. ¿A quién le sorprende sinceramente?. El capitalismo, económicamente, un sistema de libertad de mercado no es tan libre como se dice pues él mismo se define como un sistema cíclico. Tiene grandes momentos de auge y de crecimiento que se pueden dar solamente aceptando una crisis posterior. Un sistema que se basa en que unos países se enriquezcan a costa de otros, esa mítica frase de "tienen que haber pobres para que puedan existir los ricos". ¿Por qué nos sorprende entonces la crónica de esta crisis anunciada (Recomiendo el artículo "Crónica de una crisis anunciada" de Guillermo Casanovas)?, ¿Por qué nos sorprenden las revoluciones y levantamientos que se están dando en muchos países?, ¿Por qué nos sorprende la crisis política?, ¿Las barbaries sufridas?. ¿los cambios de mentalidades?. Muy sencillo porque nos hemos acostumbrado tanto a aplastar a otros para levantarme yo, a la bonanza actual, que se nos olvido que el hambre vendría mañana, que esos seres aplastados son tan humanos como nosotros y en algún momento las cosas tenían que cambiar (ahí está China, hemos vivido años a su costo gracias a que sus productos son más baratos debido a la falta de derechos de sus trabajadores y ahora no podemos hacerle frente, no podemos competir, salvo renunciando a los nuestros).
Me rio mucho con las explicaciones de la gente para la crisis, aunque lo hago sólo por no llorar; nos han lavado el cerebro. La crisis ya estaba prevista, la crisis no se formó en los ocho últimos años, la crisis ha ido creciendo y creciendo. ¿Basándose en qué?, pues en la ingeniería financiera, las hipotecas subprime, la reestructuración de paquetes, inversiones tan poco seguras como la inmobiliaria o el turismo, la especulación financiera, las CDS (credit default swaps)...Lo que pasa es que la política actual tiene visión a corto plazo y los mercados son los lideres indiscutibles del mundo, el mundo ya no es humano son dígitos imaginarios en la bolsa.
Pero la crisis económica no viene sola. Todas esas consecuencias sobre las que me he cuestionado antes están ahí. Y es que esto es una crisis lo mires por donde lo mires; económica, social y políticamente.
La población de los países reprimidos se levanta contra los lideres impuestos (lideres que la mayor parte de las veces convenían mucho a esos países más "desarrollados"). Surgen movimientos cada vez más opuestos. Y los gobiernos ya no saben que hacer. Tiran hacia un lado y hacia otro intentando que no se lleven sus preciados votos ni el centro, ni la derecha, ni la izquierda. Ya no se identifican con nada, sólo con salir lo mejor parados posibles.
Hay encontronazos entre fuerzas contrarias. Y lo mejor para convencer a tus votantes es decir verdades a medias o no decir toda la verdad.
Se nos dijo, por ejemplo, que la visita del papa no traería consigo gasto público pero se olvido mencionar el coste de oportunidad en servicios públicos como el transporte, las desgravaciones del 80% a las empresas colaboradoras...
Y sólo se les ocurre frenar los altercados con una desmesurada violencia policial...
El problema es que hay demasiada gente desencantada (con intenciones mejores o peores, con más o menos razón) que prefiere no votar. Dirigentes del movimiento 15M declararon hace poco en televisión que buscaban la abstención; es verdad que los grandes partidos pueden hoy no representarte pero no votar no es la solución. Eso es dejarlo todo en manos de los mismos. Lo que necesitamos es movimiento joven pero movimiento real, que tenga un impacto, que consiga votando a otros partidos o creando uno propio, un cambio, el fin del bipartidismo, necesitamos más gasto social por ejemplo en educación; porque sin educación somos manejables y porque ese no investigar ese pasotismo nos ha llevado a donde hoy nos encontramos. Por ese no enterarnos en la elecciones sacan más votos los más corruptos, por eso está muriendo poco a poco la izquierda.
Estoy pintando muy negro todo, pero tiene solución. No sé cual será exactamente pero se pueden hacer cosas.
Por ejemplo, y como ya he dicho, invertir en educación. Conseguir que los adultos del futuro tengan una visión moral y crítica, una conciencia social. Buscar y vivir pensando más en los de alrededor. Privarme de cosas yo porque el otro también tenga algo. Deberíamos hacer frente a la crisis como Europa, dejando atrás fronteras, la xenofobia y el miedo, creando bonos europeos y imponiendo una política fiscal común. Sacando el dinero en B (con el cual podríamos salir de la crisis) creando trabajo, solamente creando puestos de inspectores en vez de quitándolos. Quitar poder e inversión en la iglesia y el ejercito en vez de bajar el sueldo de funcionarios y empleados públicos. Dejar atrás propuestas "máscara" y distractores como un bachillerato de excelencia o celebrar las próximas olimpiadas. Cambiar la ley electoral (acercándonos más al modelo alemán de doble vuelta para evitar la sobre dimensión de escaños virtuales que hacen que muchos partidos con más representación que otros tengan menos escaños (como IU) y que ayuda a mantener el actual bipartidismo...
No pretendo solucionar algo tan complejo, con tantas variables, diciendo unas cuantas ideas, intento criticar lo más constructivamente posible lo que veo en el mundo y en nuestro país. Intento aportar lo que pueda, conseguir un movimiento por parte del resto, intento pensar. No critico las ideas de otros (siempre y cuando se defiendan con razón y paz), no pretendo convencer, critico la falta de interés, el creer las cosas a la primera, la ingenuidad y la inactividad.
Te necesitamos a ti porque tú junto conmigo y con el otro somos el futuro que habrá de llegar. Dejemos atrás las mandas corderos y gritemos con todas nuestras fuerzas para echar este fantasma que nos está acorralando. ¡Rehumanicemos el mundo!


Gracias a los seguidores y lectores de esta página. Y también quien hace poco me corrigió un error (ya subsanado) en mi entrada Indignada, me alegra que me ayudéis a mejorar cuanto sea posible.

jueves, 28 de julio de 2011

DECISIONES.


Como me aburro de no hacer nada hoy os dejo un relato rápido basado en hechos reales. En realidad fue mucho más gracioso de lo que se puede intuir aquí pero el humor no es lo mío.

DECISIONES.

- Este es el último tubo. - Me alienta la enfermera observando preocupada el cada vez más marmoreo tono de mi piel.- Ya está. Acabé.- Retira la aguja y se marcha dejandome descansar en la camilla.
Desde siempre he tenido miedo a las agujas. Me han enseñado mil formas de controlarlo pero nunca lo he conseguido. Intento recordar cuando comenzó este fobia absurda pero creo que me ha acompañado desde que nací.
Salgo a los diez minutos ante la atenta mirada de mi médico; por su cara recuerda perfectamente la última vez que me desmayé cuando me sacaron sangre.
Me siento en la parada del autobús y pronto me doy cuenta de que no es la mía. Aún estoy mareada. Espero igualmente el autobús y cojo el primero que llega sin fijarme en el número, sólo quiero saber a dónde lleva.
Hay tantas cosas que yo no he elegido en mi vida; mi nombre, mi cumpleaños, el miedo a las agujas... Cuántas cosas más habrá de las que no soy consciente. Y sin embargo para una vez que puedo elegir, una decisón importante, decidir quién voy a ser, y me resulta imposible. Es como estar ante un abismo sabiendo que tengo que saltar y nada puedo hacer para evitarlo.
- ¡Última parada!- Avisa el cansado conductor.
Bajo y ando unos metros hasta la siguiente parada que veo sin importarme tampoco cual será el trayecto de estos nuevos autobuses. En realidad esto me recuerda un poco a la teoría de las cuerdas de Einstein. Según esta las partículas elementales son bjetos extensos en una dimensión, las cuerdas. Nuestro Universo posee dimensiones espaciales adicionales, curvadas sobre sí mismas y de un tamaño que las hace inobservables a las energías actuales, pero que influyen en el comportamiento de las partículas a energías muy altas.
Es como cuando llueve y ves caer las gotas sobre un lago. Si debajo de ese existiese un universo bidimensional,los peces verían las ondas formadas y aunque no puediesen observar las gotas podrían intuirlas.
Así es un poco viajar en autobus sin rumbo. Y así es un poco mi vida. Miles de decisiones tomadas por mí o por otros, pero desde mi universo no puedo ver esas gotas sólo su resulatado. Las ondas de mi vida.
Bajo del segundo autobús solicitando parada en un lugar cualquiera. Necesito aire, mi cabeza da vueltas. Cada vez veo más cerca ese acantilado y sólo necesito que alguien me diga "Estas haciendo lo correcto" o "Te estás equivocando totalmente".
Nunca me han gustado las decisiones irrevocables. Me gusta tener un plan B, o mejor todo el abecedario.
- ¿Estás bien?- Me pregunta un hombre por la calle.
- Sí. Acabo de descubrir que en el fondo me gustan las agujas.

martes, 26 de julio de 2011

Cambio de filisofía.


Querido, abandonado y poco leído blog; hace bastante que no te escribo y esto tiene su razón. Por una parte en verano hay demasiado que hacer y por otra no sé si lo que escribo llega a alguien. Igualmente hoy he decidido que ya era hora de retomar esta empresa con o sin futuro.

Cambio de filosofía.


El ronroneo de la ociosa brisa estival se recrea retozando dormilona entre las lavandas como desafiando a moverse a todo lo que le rodea, en contra de la habitual pasividad del verano. Intento retener en mi retina, en mi piel y en todos mis sentidos la deliciosa escena.
Me distraen un par de abejas que liban el néctar de las perfumadas flores como si intentasen paladear cada segundo, succionando cada instante de la vida. Disfruto del zumbido de sus alas que esparce tan agradable aroma, sabiendo, sin duda, que tendré que apartarme rápidamente en caso de que a tan graciosos insectos se les ocurra desinteresarse de la flora y buscar nuevas aficiones. Me recreo minuto tras minuto en esa tranquilidad tensionada de saber que lo único que me preocupa no tiene importancia y que las cosas con importancia en ese instante no me preocupan.
En verano el tiempo se ralentiza haciéndote sentir como en una dimensión paralela. Es el cambio de la filosofía del café a la libre doctrina de la cerveza. El mundo deja de girar y solo flota al compás de las dobles corcheas del violín solista de Vivaldi entre doradas burbujas de optimismo.
Todo mi universo es ahora el reflejo de la brillante luz del sol sobre el morado.
Pero las pequeñas y las grandes cosas se derrumban a mi al rededor. Hay tragedias y alegrías. Entonces, cuando soy consciente de esto, algo tira de mí para que salga del letargo de mi mundo de cristal. No puedo estar quieta, hace mucho que acepté vivir por las causas perdidas.
Porque no hay blanco sin negro y a mí no me gusta correr tras la vida, prefiero echarle una carrera.


Bueno, espero no aburriros demasiado y seguiré estos día publicando un par de ideas que andan por aquí flotando.

domingo, 29 de mayo de 2011

Ácaros.


Bueno mis pocos, escasos y queridos seguidores; me aburro y soy prácticamente incapaz de escribir dos palabras seguidas con un poco de sentido e ingenio. Así que, y dado que tampoco tengo ganas de estudiar aunque debería, me he dedicado a hacerle una limpieza de cara a mi, quizás en demasía, sobrio blog. Espero que os guste o que al menos no os desagrade.

ÁCAROS.

En general, siempre había pensado que la gente más superficial era aquella que sólo prestaba atención a lo banal y pasajero. Esa clase de gente a la que no se le ocurre cuestionarse nada (lo que vendría a ser la masa de Ortega y Gasset) más allá de qué color llevará mañana la ropa y si habrá de coger paraguas o no. Pero estaba totalmente equivocada.
Si ahora en vez de leer esto salieses a dar un paseo, te sentases en el tren, en un banco o en la terracita de algún bar y escuchases pausadamente las conversaciones de la gente podrías encontrar una gran cantidad de ácaros intelectuales de esta sociedad.
El otro día, incluso llegue a plantearme si no era mucho más culto aquel hombre obsesionado con colocarse bien la corbata preocupado por el qué dirán, que el idiota que sentado frente a mí intenta darme lecciones sobre algo que ni siquiera entiende. Ese ser pseudo-inteligente que pretende explicar en una charla de café los problemas del mundo y solucionarlos como quien rellena el sudoku del periódico vespertino gratuito. ¡Oh decepción de la decepciones! Es cierto que es más sabio quien reconoce no saber que quien en su ignorancia pretende saberse conocedor de todo lo que desconoce.
Absurda y sin sentido ha sido está visión equivocada del mundo que tanto tiempo he mantenido. Ese que se sabe el libro de memoria y cree haber superado al autor que lo escribió, es el verdadero superficial. El obsesionado con lo intelectual sin preocuparse por vivir, es el verdadero idiota. La imbecilidad está más arraigada en aquel que dice ser más culto. Parásitos del ingenio y del verdadero saber, chupan la sangre del resto creyéndose capacitados para ello por utilizar esta palabra más grandilocuentes o por tomar como única realidad la suya.
Creerse mejor o más inteligente que el resto es síntoma indiscutible de estulticia. No hay más necio que aquel que no reconoce las virtudes del resto. Nadie es más cero a la izquierda que quien mira a los demás por encima del hombro.
Y ves a esa milimétrica subclase de arácnidos sintiéndose incomprendidos y sólo relacionándose con otros pequeños quelicerados a los cuales también ven como inferiores sin saber que estos se creen aún mejores que ellos.
Me he aburrido de que sea más importante pensar en mi dilema existencial que en los matices de una rosa. Porque aveces los placeres sencillos son los más disfrutados. La excesiva petulancia, la artificial elegancia y la pomposidad, aburren y saturan.
Si alguna vez olvidáis esto y venís a invitarme a un café sin otra cosa en la cabeza que metafísica, paradojas y vagas ilusiones de lo que en realidad importa, tendréis suerte si no me río y os tiro el café a la cara. No dejéis de pensar, pero no olvidéis por ello la vida que está fuera de vuestras cabezas. Sed naturales, es la única forma de vivir.


Gracias por soportar cada enfado o arrebato (que no son pocos) ya sea con personas en concreto o con el mundo en general.

jueves, 26 de mayo de 2011

Falta de inspiración.


Ciertamente, inquietante, insólito e inesperado... ¿Me abandonas ahora inspiración después de días en ebullición cuando no podía plasmarte?
Caprichosa Erato y caprichosa mente mía... Escribiré, rebelde, hasta que algo germine volviendo a esa vida intelectual que tengo tan olvidada y mermada últimamente.

Dado que no soy capaz de escribir nada demasiado bueno, os dejo con mi discurso de graduación que daré hoy:

Discurso de graduación de 2º de Bachillerato. Curso 2010-2011


Estimada Directora, estimados profesores, familiares, compañeros y amigos que nos acompañan en este momento tan importante para nosotros. Muchas gracias por su presencia.
Es para mí un gran honor representar a los alumnos en este acto, por ello no quisiera que mi alocución quedara como un discurso al uso, sin contenido. Buscando esta originalidad me he puesto a pensar en qué decir, recordando una película antigua de 1989 (sí, una “peli”..., pero no se preocupen que no voy a desentrañar el final) la cual estoy segura que la habrán visto muchos de Ustedes. Se trata de “El club de los poetas muertos” de Peter Weir.
Robin Williams borda en ella el papel del profesor John Keating, que llega nuevo a dar clase de literatura al último curso, como nosotros, de un colegio bastante tradicional. Pues bien, el primer día de clase, el profesor baja con todos los alumnos al hall del colegio y les hace observar en silencio las orlas de los antiguos alumnos expuestas en la pared. En esta situación y en silencio les insiste en que reflexionen y traten de escuchar lo que dicen aquellas viejas orlas. Así, con todo el grupo de alumnos en silencio, desde atrás el profesor les susurra: “Vivid el tiempo”, “Coged las rosas mientras aún tengan color...”. “Vivid el tiempo”.
Me pregunto entonces: ¿Qué susurros llegarán a escuchar los futuros alumnos de este Instituto cuando vean ahí colgada en el hall de secretaría la orla del curso “2010-2011”?
Nuestras fotos, ya un poco amarillentas, ¿podrán decir a las futuras generaciones que nos vean que supimos aprovechar y vivir la vida?, ¿Podrán decir que supimos crecer haciéndonos hombres y mujeres?,
Apenas si teníamos 11 ó 12 años, cuando por un azar del destino cruzamos por primera vez esa puerta para matricularnos, y hoy tras 6 años estamos a punto de dar otro salto en nuestro destino. Han sido años de aprendizaje. Pero no tan sólo aprendizaje académico, sino aprendizaje vital. La forma en que nos hemos relacionado, las amistades que hemos cultivado, las experiencias que hemos compartido... nos acompañarán toda nuestra vida.
En todos estos años ha habido de todo: compañeros que no han seguido con nosotros, profesores a los que hemos perdido la pista... Hemos vivido momentos de fracasos, tragedias y tristezas, pero también de superación, esfuerzo y alegría. Pero es que no sólo se aprende de los aciertos y de los buenos momentos. Cada error nos va enseñando a ser quienes somos hoy. Cada golpe, cada persona que nos daña, cada equivocación es un gran paso adelante que nos ayuda a disfrutar aún más cada segundo de felicidad.
Quería dar las gracias por todo esto a aquellos profesores que con sus apasionadas explicaciones y su acompañamiento personal nos han transmitido su pasión por el saber. Muchas gracias por enseñarnos a pensar y a observar críticamente el entorno. Y estimada Directora en Usted queremos personalizar nuestro agradecimiento a todo el Instituto Gerardo Diego, al claustro de profesores, al personal administrativo, auxiliares, personal de limpieza. A todos muchas gracias.
Gracias a nuestros padres, madres, hermanos y familia, por su apoyo incondicional.
Gracias sobretodo a mis compañeros y ante todo a aquellos a los que hoy puedo llamar amigos.
Para concluir, lo quería hacer también con otra referencia cinematográfica. En este caso se refiere al director mexicano González Iñarritu, que ha dirigido películas como por ejemplo “Babel”. En este caso quiero fijarme en cómo arga la trama de los guiones de sus películas. No cuenta una sola historia, sino que desarrolla diversas historias que no tienen nada que ver unas con las otras, así como los personajes no se conocen de nada. En un determinado momento, casi siempre por azar, una historia se entrecruza con la otra, y esta con la otra de más allá, hasta completar un puzzle aparentemente caótico, pero que desde la distancia cobra toda la intensidad del mensaje que quiere dar el cineasta.
La película de nuestras vidas es un poco así. En principio no tenemos poco o nada que ver unos con otros, pero el paso de la vida, con su dosis de azar, y con las experiencias compartidas se va entretejiendo una urdimbre vital. Dentro de unos días compareceremos a la PAU, unos nos matricularemos de una cosa, otros de otra. Unos irán a la Universidad, otros seguirán otros caminos. Unos seguirán compartiendo su amistad, otros se olvidarán...., en fin, la vida.
Precisamente de eso se trata: de la vida, de si sabemos vivir el tiempo, de si sabemos coger las rosas mientras aún tienen color. Muchas gracias. CARPE DIEM !!!

sábado, 7 de mayo de 2011

INDIGNADA.



La oportunidad del auto engaño, la mentira sin salida, el aplauso del odio y la injusticia.
He intentado, y prometo que así ha sido, escribir algo literario y de buen gusto. Pero es que leo un periódico, veo el telediario o escucho la radio y tengo ganas de no volver a escribir una sóla palabra, de abandonar el intento de mejorar este mundo que no hace caso a los gritos silenciosos de la cordura.
¿Merece acaso la pena hablar con quien aplaude la muerte a sangre fría (y además sin juicio) de un hombre (por horrible o atroz que sus actos sean) ? ¿Merece la pena dar uso de mi creatividad o ingenio (si es que acaso algo tengo) en un mundo elitista donde sólo hay preocupación por lo excelente dejando sin oportunidad al resto? ¿Merece la pena luchar por los que no luchan? ¿Luchar contra corriente en un mundo gobernado por el dinero?
Hacer literatura en los tiempos que corren, como dijo el gran Valle-Inclán, es una canallada, pero comprendo que es una escapatoria de una realidad que devora y destruye a quien quiere mejorarla.

PREVISIBLES.

La brisa juguetona, juega con la temperatura. Un escalofrío, calor, tiritona... Miro desde la barandilla los coches pasando. La ciudad no quiere dormir, y yo tampoco. A lo lejos puedo ver un punto rojo que cada vez está más cerca, más cerca, más cerca... De repente todo es una nube gris que se eleva en el aire jugando a hacer remolinos. Sube hasta llegar a mí y ya sé lo que va a pasar, pero espero a que pase por el simple hecho de saberme capaz de adivinar cada una de tus palabras.
- ¿Bajas?
- No, odio llevar moño cuando discuto.
- Vale, hasta mañana. Por cierto me gusta tu pijama.
La niebla se disipa. Me río, mientras voy a calentar de nuevo la taza de café.

domingo, 10 de abril de 2011

¡Sí, somos libres!


¿Existe la libertad o es un concepto inventado por la romántica mente humana?
Yo, sin duda, parto de la premisa de que la libertad existe, tomando como libertad la capacidad de elegir entre unas opciones dadas, de forma responsable.
Entender que el hombre no es libre es una huida de esta responsabilidad (libertinaje) puramente determinista y pesimista.
Si partimos de unas opciones dadas no es libertad, me diréis. Sin embargo, eso es justamente la libertad. El hombre es un animal gregario, es decir, biológicamente esta impulsado a vivir en sociedad, eso lo demuestra la posesión del lenguaje, que surge de la necesidad de la comunicación.
Por lo tanto, si tomamos la libertad como algo meramente individual, estas libertades chocarían. Pero los individuos al juntarse en comunidad forman la sociedad (la cual hay que entenderla dándole la misma importancia que al individuo pues ambas se necesitan), existiendo una voluntad general que le pertenece. La libertad parte entonces de las circunstancias impuestas por las libertades y voluntades del resto de individuos, evitando el choque y formando una coexistencia.
Todo individuo ayuda con la práctica de su libertad a la formación de esa voluntad general. Pudiendo elegir el bien (siguiendo el deber) o el mal (tomando decisiones moralmente incorrectas).
Si el hombre estuviese "programado" no tendría sentido la existencia de estas dos opciones. Además partiendo del hombre como animal político y social, siempre estaría forzado a elegir el bien que es lo que le permite la convivencia común impuesta por su naturaleza. Sin embargo, es obvio que esto no es así.
Llegando, entonces, a la situación necesaria de la existencia de un ser superior que decidiera (pues si la no libertad sólo nos perteneciera a nosotros el mal no tendría sentido como ya hemos demostrado) o a la existencia de la libertad.
Si se parte de la idea del Dios filosófico como ente de infinita bondad no podría elegir el mal y no existiría ( viceversa si fuese un Dios malvado) pero existe por lo tanto habríamos sido dotados del libre albedrío y seríamos libres.
Si nos separamos de esta arcaica concepción y Dios elige por nosotros el bien y el mal para demostrar nuestra libertad debemos plantearnos si Dios existe.
Todo lo que existe en este mundo tiene su razón de ser en otros principios; o en la naturaleza, o en la voluntad humana. Por lo tanto no es necesaria su existencia.
Podría esto rebatirse con el argumento de la causa eficiente, pues las causas no pueden extenderse hasta el infinito. Más que sentido tiene no aceptar este posible infinito y aceptar el infinito de Dios.
Por ello racionalmente no puedo comprender ni aceptar este ente decididor. Teniendo que ser por lo tanto obligatoria y necesaria la existencia de la libertad del hombre.
¿A dónde nos lleva esta libertad?
A la felicidad que es el fin último al que tienden todos los humanos. Alcanzándose sólo viviendo de acuerdo al deber. Es necesario por ello alcanzar un equilibrio entre los deseos individuales y el bien social. Porque disfrutar y satisfacer nuestros deseos y necesidades no es malo, si no todo lo contrario. Pero no hay que anteponer lo al bien de los demás.
Al ser libres y racionales nos damos a nosotros mismos una ley moral, común para toda la sociedad, que es recogida en las leyes. Las leyes nos ayudan a juzgar de forma objetiva los actos humanos, pero no tiene sentido juzgarlos si no hemos sido libres al elegir cometerlos.
Llegaríamos entonces a un relativismo social ineludible, donde el hombre sería casi un animal.
Pero esto no es posible, pues cuando al hombre le quitan su libertad se siente ultrajado y la palabra injusticia retumba en sus tímpanos. Si no fuésemos libres este sentimiento no aparecería.
Siempre he soñado con dedicarme al mundo de la política. Si todo está decidido, si el hombre no es libre para votar, para decidir, la democracia no tendría sentido y yo habría perdido mi norte.
Sólo ideas, que sí muchas veces son idealistas, como el bien, la justicia, la moral, la libertad y la igualdad, me hacen tener fe en el hombre.
Y esa búsqueda del progreso es lo que me da sentido. Porque si no es posible alcanzar la perfección me gustaría intentar rozarla con mis dedos.

lunes, 28 de marzo de 2011

Deprisaaaaaaa


El mundo gira cada vez más deprisa.
¿Nunca os habéis fijado en que hay periodos históricos en los que se concentra toda la acción y otros en los que no pasa nada? Quizás la "teoría de las ondulaciones" de Eugenio D'ors sea acertada y el mundo se mueva en ese constante cambio de la mimesis a la poiesis aristotélicas...
Pero cada vez va más y más rápido y aveces la velocidad es tan vertiginosa que tengo ganas de subir la escalera de caracol (que poco o nada tiene que ver con la de Hitchcock) y encerrarme en la torre de marfil a ver que pasa. Pero este delirante mundo irracionalmente racional es tan fascinante (por mucho que se empeñen en pintarlo de gris) que no puedo estar mucho tiempo ahí arriba.
Enciendo la televisión y pasan ante mí noticia tras noticia que me despierta y estimula. Me dan ganas de moverme, hablar, pensar y hacer algo que palié la inactividad general de un mundo acomodado que prefiere sus caprichos a una barra de pan en cada mesa. Un mundo sin compromisos en el que es más importante el interés político y económico que la moral. Crisis, guerras, intervención-no intervención , manifestaciones, desastres nucleares...
Oigo como mi vecino apaga el televisor, cansado e insensible ante el dolor ajeno. ¿Es que acaso si no lo vivimos en nosotros mismos no está mal? ¿No hay que cambiarlo?
Toda persona merece las mismas oportunidades y obviamente en el mundo en el que vivimos eso no se cumple. Una persona en medio de una guerra no tiene las mismas oportunidades que tú, lector. Es más posiblemente tenga más oportunidades aquella persona que sus padres tengan más dinero y le paguen una educación privada, tendrá más oportunidades ese hijo del jefe de no sé cual empresa... Y así eternamente. El mundo no es justo. ¿Qué debo yo hacer? Aceptarlo. ¡No!
Zoom politikon. El hombre es un animal político. Un ser hecho para el movimiento, destinado a cambiar lo que le rodea a su gusto, para su beneficio. Pero yo me pregunto ¿no es acaso por mi propio beneficio luchar por un mundo justo, por una leyes rectas, por una moral, por la igualdad?
Animo a todo el mundo a plantearse cuestiones. A no quedarse en lo superficial de las cosas. ¡Y a actuar siempre que le sea posible de acuerdo con sus ideas! Porque lo último que debemos hacer es traicionarnos a nosotros mismos.
Tras está espesa reflexión (que en mi cabeza es mucho más larga y enrevesada que es esta síntesis) os dejo con una canción de Sabina que resume muy bien mi humor hoy.

CRISIS
Otro jueves negro en el Wall Street Journal,
desde el veintinueve la bolsa no hace crack,
cierra la oficina crece el desvarío,
los peces se amotinan contra el dueño del ro.

En el vecindario a la hora del rosario
ni carne ni pescao,
dame otra pastilla de Apocalipsis Now
mientras se apolilla el libro rojo de Mao.

Crisis en el ego,
todos al talego,
crisis en el adoquín.

Crisis de valores,
funeral sin flores,
dólares de calcetín.

Crisis en la escuela,
quien no corre vuela,
sexo, drogas, rock and roll.

Crisis en los huesos
fotos de sucesos,
cotos de caza menor.

Dan ganas de nada mirando lo que hay:
ayuno y vacas flacas de Tánger a Bombay.
Siglo XXI, desesperación,
este año los reyes magos dejan carbón.

Y la gorda soñado que le aborda el crucero
un fiero somalí.
A ritmo de cangrejo avanza el porvenir.

Crisis en el cielo,
crisis en el suelo,
crisis en la catedral.

Crisis en la cama,
cada sueño un drama,
un euro es un dineral.

Crisis en la luna,
la diosa fortuna
debe un año de alquiler.

Crisis con ladillas,
manchas amarillas,
pánico del día después.

Crisis en la moda,
firma y no me jodas,
esta no es nuestra canción.

Guerra de intereses,
vuelvo haciendo eses,
ábreme por compasión.

Putas de rebajas,
reyes sin baraja,
inmundo mundo mundial.

Sábado sin noche,
México sin coches,
libro sin punto final.

Cómete los mocos,
no te vuelvas loco,
múdate a Nueva Orleans.

Gripe postmoderna,
rabo entre las piernas,
Clark Kent ya no es Superman.

Mierda y disimulo,
crisis por el culo
del zulo a tu nariz.

Crisis, crisis, crisis…

sábado, 26 de marzo de 2011

Schopenhauer como educador.



Estudiando psicología comencé a leer este relato de Nietsche.
En 1865 Nietzsche lee a Arthur Schopenhauer por primera vez a través de su obra principial: El mundo como voluntad y representación. Este encuentro marcaría fuertemente la impronta filosófica del joven Nietzsche, a tal punto que su Tercera consideración intempestiva escrita casi diez años más tarde, se titula Schopenhauer como educador. Este encuentro con su primer gran maestro filosófico fue de una intensidad tal que Nietzsche mismo habla de una "revolución interior" provocada por obra de Schopenhauer.
Toda persona que lea Shopenhauer quedará profundamente marcada pero esta interpretación nietzscheana es francamente sobrecogedora.

" El hombre que no quiera pertenecer a la masa únicamente necesita dejar de mostrarse acomodaticio consigo mismo; seguir su propia conciencia que le grita: «¡Sé tú mismo! Tú no eres eso que ahora haces, piensas, deseas».

(...) Toda joven alma oye este grito día y noche y se estremece, pues presiente la medida de felicidad que, desde lo eterno, se le asigna cuando piensa en su verdadera liberación; mas de ningún modo alcanzará esa felicidad mientras se halle unida a la cadena de las opiniones y el temor. ¡Y qué desolada y absurda puede llegar a ser la vida sin esta liberación! No existe en la Naturaleza ninguna otra criatura más vacía y repugnante que el hombre que se aparta de su genio y no mira sino a derecha e izquierda, hacia atrás y al horizonte. (...)
«Quiero hacer el intento de alcanzar la libertad», se dice el alma joven; y, sin embargo, se lo impedirá el hecho meramente causal de que dos naciones se odien y se combatan, o que haya un mar entre dos continentes, o que en torno a ella se enseñe una religión que, no obstante, hace un par de milenios aún no existía.
"¡NADA DE ESTO ERES TÚ!", se dice el alma. Nadie puede construirte el puente sobre el que precisamente tú tienes que cruzar el río de la vida; nadie, sino tú sola. Verdad es que existen innumerables senderos y puentes y semidioses que desean conducirte a través del río, pero sólo a condición de que te vendas a ellos entera; mas te darías en prenda y te perderías. Existe en el mundo un único camino por el que nadie sino tú puede transitar: ¿Adónde conduce? No preguntes, ¡SÍGUELO! "
(Nietzsche.)

domingo, 6 de marzo de 2011

Paseo nocturno.


"PARADA SOLICITADA" Avisa incansable el letrero rojo al cansado conductor. Se activan los frenos y las puertas se abren mientras yo intento bajar no sin antes tropezar un par de veces.
La noche ya ha caído y algunas tímidas estrellas comienzan a aparecer en el cielo. Comienzo a andar a buen paso y subo la cremallera del abrigo hasta arriba; hace frío.
Las farolas llenan la calle con su inquietante luz dando un tinte anaranjado a cuanto rozan.
En el suelo distingo mi sombra. Primero está tras de mí, a mi izquierda. Conforme me acerco a la farola acelera intentando alcanzarme, como si temiese que la luz la borrara. Son ahora cuatro los oscuros espectros que me persiguen, instintivamente aligero el paso. Ya sólo queda una, delante de mí, se levanta imponente, única ganadora de esta carrera sin sentido. Finalmente termina derrotada, un simple punto gris a mis pies.
Sin embargo, el juego vuelve a empezar con cada nueva farola sin que nada pueda hacer para evitarlo. Es como una lucha de mis yos. ¿Hay acaso uno verdadero? ¿Un claro vencedor?
Sinceramente, creo que todos lo son. Me agrada cada uno a su manera, haciéndome sentir que NO tengo una personalidad plana hecha a molde, programada.
Una vez escuche a alguien decir que se arrepentía de ser quien era, tuve que contenerme para no darle el pésame.
Por ello queridos lectores, animo a todo el mundo a ser quien es, y sentirse orgulloso de sus rarezas. Porque, amigos, lo importante son los matices que embellecen este maravilloso mundo en el que vivimos y nos hacen únicos a nuestra manera.
Debo de haberos cansado hace muchísimo con este tema... Pero me apena tanto ver a gente que no piensa por sí misma, preocupada únicamente por el qué dirán, mirando únicamente su ombligo, incapaz de aceptarse ni aceptar a nadie fuera de cuatro estúpidas reglas no escritas... que siento morir una pequeña parte de mi esperanza en la humanidad que creía tan inquebrantable. Pero si creo en algo debo luchar hasta el final por ello. ¡Por eso este tema es tan recurrente en mi blog (que al fin y al cabo para algo es mío no¿?)! Espero que también sea algo recurrente en vuestros pensamientos y que con vuestras palabras pero sobretodo con vuestros actos (¡odio a la gente "de boquilla"!) me demostréis que puedo seguir creyendo en un futuro mejor.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Pseudotodo.


El otro día una buena amiga me enseñó algo que me dejó sin palabras. ¡Un diccionario de rimas ( www.cronopista.com , es la dirección) ! Ya ni siquiera la poesía, que se supone viene del interior y refleja nuestros sentimientos, es natural. Un montón de palabras sintéticas enlatadas. Cada vez veo cosas similares con más frecuencia. Es curioso, me pregunto a qué nos llevará.
He aquí una canción propia. Lo siento pero me niego a usar diccionarios de rimas (aunque hace mucho tuve el sueño de escribir el mío propio. Ladrones de ideas! xD).

PSEUDOTODO.

Hoy en día todo es mentira,
artificial,simulado.
Te están dando puro almibar,
postizo, falsificado.
Fingido, bulo, trucado.
Lo es hasta la poesía,
artificio, disfrazado,
infundio, innatural rima.

Y si es triunfador
es un gran cuentista,
el menospreciado
verdadero artista.

Tu café sin cafeína,
cerveza sin alcohol,
tortilla de huevina,
el blanco y negro con color.
Light y edulcorado
con sabor a sacarina.
Cero-cero, Zero,
suspenso en ortografía.

Y si es triunfador
es un gran cuentista,
el menospreciado
verdadero artista.

Es pseudodormir con dormidina,
pseudosoñar sin adrenalina,
pseudovivir cada día.
Ilusorio,disfrazado,
quimérico,
sofístico,
todo está inventado.

Y si es triunfador
es un gran cuentista,
el menospreciado
verdadero artista.

Pseudovivir cada día.


Itziar Zamalloa Antón

El progreso es el progreso. No podemos pretender que todo permanezca igual, eso sería un conservadurismo idiota. Pero competir con la belleza de una flor o con su fragancia es algo muy difícil ,casi imposible. Por eso aveces me resulta gracioso observar los "adelantos" de este nuestro tiempo. "Vivir es ver volver" como diría Azorín.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Me gusta...



Miro el reloj, son las 10. Dentro de poco el vigilante aparecerá y apagará las luces dándome a entender que tengo que irme con una acusadora mirada. Así que decido adelantarme. Recojo mis cosas y me dirijo a la estación. Tras esperar nueve minutos bajo una fina llovizna aparece el tren que me ha de llevar a mi casa. Subo y busco un sitio vacío, los más lejos posible de la gente.
Me gusta mirar por la ventana. Como está oscuro fuera es como un espejo. si te fijas bien puedes vislumbrar el infinito. Pues en ella se refleja el reflejo de la otra ventana que refleja a su vez el reflejo de la mía que ... Al final ya no sé si yo soy yo o un reflejo más entre millones de ellos.
Paso Príncipe Pío, la antigua Estación del Norte. Parece que el mundo avanzase hacia la derecha. ¡Voy en dirección contraria! Pero entonces ¿He cogido el tren en Delicias? ¿Dónde estaba yo? Pero sólo es la percepción engañosa del reflejo que intenta confundirme. Me gusta.
Me doy cuanta que si miro a los ojos del reflejo de la persona de enfrente y este mira a los ojos de mi reflejo su reflejo me mira los ojos. ¿Estoy mirando a la persona o a su reflejo? ¿Miro yo o lo hace mi alterego de la ventana? Me gusta.
Viajo a través del tiempo y del espacio, voy al infinito, vuelvo al cero y empiezo a desvariar.
Genial. Estoy en Pozuelo. He vuelto a pasarme la parada.

domingo, 30 de enero de 2011

Schopenhauer.



"Por vida feliz hay que entender siempre "menos desdichada"; es decir, soportable. Y realmente, la vida no se nos ha dado para gozarla, sino para sufrirla, para pagarla."

Todo el mundo se siente tentado alguna vez en regodearse en su propia infelicidad. Schopenhauer lo llevo a un extremo.
Una mente brillante dominada por el embotamiento del más puro pesimismo.

lunes, 24 de enero de 2011

Cambios.


Allí estabamos entre un montón de descoloridas butacas de terciopelo rojo. Y tú con el cigarrillo consumido entre los labios apurando una última calada recorrías con la vista perdida el pequeño escenario. Parece poca cosa. Sin embargo cuando estas arriba impresiona tanto, es tan inmenso, ha contado tantas historias...
Continúo en silencio. Se que ahora no es momento de decirte nada. De interrumpir el hilo de tus pensamientos que buscan las palabras perfectas para ese gran final de tu magistral obra. Le tienes tanto miedo a escribir eso que sabes que es perfecto como yo de decirte que es idoneo.
-No puedo hacerlo,es imposible. Cada frase que pienso estropea toda la obra.- Rompes desesperado el silencio.
-Antes la palabra imposible no cabía dentro de tu vocabulario.
-Si porque nunca antes había encontrado nada imposible de veras.
- Cuanto has cambiado... Cuando vuelvas a no hundirte a la primera de cambio hablamos. ¡Ah! Y el final perfecto ya sabes cual es. Ambos lo sabemos.

Mi mundo.


El otro día pensando, llegué a la conclusión de que soy quien soy por un cúmulo de casualidades y coincidencias de la vida.
En mi formación como persona han intervenido tantas personas (muchas sin saberlo,o incluso pretendiendo hundirme) que si intentase dar las gracias a todas jamás terminaría.
Somos, como diría un filósofo, contingentes y en general este hecho nos pasa desapercibido. Sin embargo fuí tan consciente en ese momento, que tuve que mirarme al espejo para comprobar que de verdad estaba aquí.
Toqué la reluciente superficie que me devolvía un reflejo en el que no me reconocía. Y,como Alicia, empecé a ver através del espejo. Personas, que como las flores de ese kafquino mundo, se emperifollan y ponen mil máscaras buscando la aceptación social sin importar si se aceptan a sí mismos. Reyes y reinas de corazones, que cortan cabezas sin compasión. Sombrereros locos que no encuentran su lugar en el mundo. Conejos que corren de auí para allá simpre atentos del maldito reloj. Orugas que desperdician su vida sin hacer nada. Miles de personajes de libro que sin embargo son más reales que el reflejo de mi espejo.

domingo, 16 de enero de 2011

Noches.


Miro el despertador. Los números marcan unas brillantes cinco de la mañana. Me doy la vuelta sabiendo que es en vano y termino por encender la luz y ponerme a leer.
Recorro las páginas con la mirada sin prestar mucha atención a lo que dicen. A los pocos minutos me doy por vencida. Por lo visto no es compatible mi cerebro de madrugada con la leyenda de mesoámerica de "Quetzacóalt como lucero del alba".
Doy vueltas por la habitación mientras las paredes parecen acercarse cada vez más. Me aburro y las horas no avanzan. Me tumbo y escucho al genial Rossini y su Ceneretola. Poco a poco mi mente vuela (esa maldita chispa divina de la que tanto he oido hablar). El mundo está cada vez más lejos y yo estoy más alto donde no hay problemas. Aquí, donde todo es silencio, donde no hay un cuerpo que te atrape, sentimientos que te contaminen comienzo a dilucidar.
"Nuestra vida es como un sueño. Pero en las mejores horas nos despertamos lo suficiente como para darnos cuenta de que estamos soñando. La mayor parte del tiempo, sin embargo, estamos profundamente dormidos."
En esos segundos en que somos conscientes de que soñamos una profunda melancolía nos invade y nos da la sensación de que se nos para el corazón. Tenemos una verdad que nadie sabe. ¿qué es preferible no saber que es un sueño y ser feliz o vivir triste sabiendo que no es real?