domingo, 29 de mayo de 2011

Ácaros.


Bueno mis pocos, escasos y queridos seguidores; me aburro y soy prácticamente incapaz de escribir dos palabras seguidas con un poco de sentido e ingenio. Así que, y dado que tampoco tengo ganas de estudiar aunque debería, me he dedicado a hacerle una limpieza de cara a mi, quizás en demasía, sobrio blog. Espero que os guste o que al menos no os desagrade.

ÁCAROS.

En general, siempre había pensado que la gente más superficial era aquella que sólo prestaba atención a lo banal y pasajero. Esa clase de gente a la que no se le ocurre cuestionarse nada (lo que vendría a ser la masa de Ortega y Gasset) más allá de qué color llevará mañana la ropa y si habrá de coger paraguas o no. Pero estaba totalmente equivocada.
Si ahora en vez de leer esto salieses a dar un paseo, te sentases en el tren, en un banco o en la terracita de algún bar y escuchases pausadamente las conversaciones de la gente podrías encontrar una gran cantidad de ácaros intelectuales de esta sociedad.
El otro día, incluso llegue a plantearme si no era mucho más culto aquel hombre obsesionado con colocarse bien la corbata preocupado por el qué dirán, que el idiota que sentado frente a mí intenta darme lecciones sobre algo que ni siquiera entiende. Ese ser pseudo-inteligente que pretende explicar en una charla de café los problemas del mundo y solucionarlos como quien rellena el sudoku del periódico vespertino gratuito. ¡Oh decepción de la decepciones! Es cierto que es más sabio quien reconoce no saber que quien en su ignorancia pretende saberse conocedor de todo lo que desconoce.
Absurda y sin sentido ha sido está visión equivocada del mundo que tanto tiempo he mantenido. Ese que se sabe el libro de memoria y cree haber superado al autor que lo escribió, es el verdadero superficial. El obsesionado con lo intelectual sin preocuparse por vivir, es el verdadero idiota. La imbecilidad está más arraigada en aquel que dice ser más culto. Parásitos del ingenio y del verdadero saber, chupan la sangre del resto creyéndose capacitados para ello por utilizar esta palabra más grandilocuentes o por tomar como única realidad la suya.
Creerse mejor o más inteligente que el resto es síntoma indiscutible de estulticia. No hay más necio que aquel que no reconoce las virtudes del resto. Nadie es más cero a la izquierda que quien mira a los demás por encima del hombro.
Y ves a esa milimétrica subclase de arácnidos sintiéndose incomprendidos y sólo relacionándose con otros pequeños quelicerados a los cuales también ven como inferiores sin saber que estos se creen aún mejores que ellos.
Me he aburrido de que sea más importante pensar en mi dilema existencial que en los matices de una rosa. Porque aveces los placeres sencillos son los más disfrutados. La excesiva petulancia, la artificial elegancia y la pomposidad, aburren y saturan.
Si alguna vez olvidáis esto y venís a invitarme a un café sin otra cosa en la cabeza que metafísica, paradojas y vagas ilusiones de lo que en realidad importa, tendréis suerte si no me río y os tiro el café a la cara. No dejéis de pensar, pero no olvidéis por ello la vida que está fuera de vuestras cabezas. Sed naturales, es la única forma de vivir.


Gracias por soportar cada enfado o arrebato (que no son pocos) ya sea con personas en concreto o con el mundo en general.

jueves, 26 de mayo de 2011

Falta de inspiración.


Ciertamente, inquietante, insólito e inesperado... ¿Me abandonas ahora inspiración después de días en ebullición cuando no podía plasmarte?
Caprichosa Erato y caprichosa mente mía... Escribiré, rebelde, hasta que algo germine volviendo a esa vida intelectual que tengo tan olvidada y mermada últimamente.

Dado que no soy capaz de escribir nada demasiado bueno, os dejo con mi discurso de graduación que daré hoy:

Discurso de graduación de 2º de Bachillerato. Curso 2010-2011


Estimada Directora, estimados profesores, familiares, compañeros y amigos que nos acompañan en este momento tan importante para nosotros. Muchas gracias por su presencia.
Es para mí un gran honor representar a los alumnos en este acto, por ello no quisiera que mi alocución quedara como un discurso al uso, sin contenido. Buscando esta originalidad me he puesto a pensar en qué decir, recordando una película antigua de 1989 (sí, una “peli”..., pero no se preocupen que no voy a desentrañar el final) la cual estoy segura que la habrán visto muchos de Ustedes. Se trata de “El club de los poetas muertos” de Peter Weir.
Robin Williams borda en ella el papel del profesor John Keating, que llega nuevo a dar clase de literatura al último curso, como nosotros, de un colegio bastante tradicional. Pues bien, el primer día de clase, el profesor baja con todos los alumnos al hall del colegio y les hace observar en silencio las orlas de los antiguos alumnos expuestas en la pared. En esta situación y en silencio les insiste en que reflexionen y traten de escuchar lo que dicen aquellas viejas orlas. Así, con todo el grupo de alumnos en silencio, desde atrás el profesor les susurra: “Vivid el tiempo”, “Coged las rosas mientras aún tengan color...”. “Vivid el tiempo”.
Me pregunto entonces: ¿Qué susurros llegarán a escuchar los futuros alumnos de este Instituto cuando vean ahí colgada en el hall de secretaría la orla del curso “2010-2011”?
Nuestras fotos, ya un poco amarillentas, ¿podrán decir a las futuras generaciones que nos vean que supimos aprovechar y vivir la vida?, ¿Podrán decir que supimos crecer haciéndonos hombres y mujeres?,
Apenas si teníamos 11 ó 12 años, cuando por un azar del destino cruzamos por primera vez esa puerta para matricularnos, y hoy tras 6 años estamos a punto de dar otro salto en nuestro destino. Han sido años de aprendizaje. Pero no tan sólo aprendizaje académico, sino aprendizaje vital. La forma en que nos hemos relacionado, las amistades que hemos cultivado, las experiencias que hemos compartido... nos acompañarán toda nuestra vida.
En todos estos años ha habido de todo: compañeros que no han seguido con nosotros, profesores a los que hemos perdido la pista... Hemos vivido momentos de fracasos, tragedias y tristezas, pero también de superación, esfuerzo y alegría. Pero es que no sólo se aprende de los aciertos y de los buenos momentos. Cada error nos va enseñando a ser quienes somos hoy. Cada golpe, cada persona que nos daña, cada equivocación es un gran paso adelante que nos ayuda a disfrutar aún más cada segundo de felicidad.
Quería dar las gracias por todo esto a aquellos profesores que con sus apasionadas explicaciones y su acompañamiento personal nos han transmitido su pasión por el saber. Muchas gracias por enseñarnos a pensar y a observar críticamente el entorno. Y estimada Directora en Usted queremos personalizar nuestro agradecimiento a todo el Instituto Gerardo Diego, al claustro de profesores, al personal administrativo, auxiliares, personal de limpieza. A todos muchas gracias.
Gracias a nuestros padres, madres, hermanos y familia, por su apoyo incondicional.
Gracias sobretodo a mis compañeros y ante todo a aquellos a los que hoy puedo llamar amigos.
Para concluir, lo quería hacer también con otra referencia cinematográfica. En este caso se refiere al director mexicano González Iñarritu, que ha dirigido películas como por ejemplo “Babel”. En este caso quiero fijarme en cómo arga la trama de los guiones de sus películas. No cuenta una sola historia, sino que desarrolla diversas historias que no tienen nada que ver unas con las otras, así como los personajes no se conocen de nada. En un determinado momento, casi siempre por azar, una historia se entrecruza con la otra, y esta con la otra de más allá, hasta completar un puzzle aparentemente caótico, pero que desde la distancia cobra toda la intensidad del mensaje que quiere dar el cineasta.
La película de nuestras vidas es un poco así. En principio no tenemos poco o nada que ver unos con otros, pero el paso de la vida, con su dosis de azar, y con las experiencias compartidas se va entretejiendo una urdimbre vital. Dentro de unos días compareceremos a la PAU, unos nos matricularemos de una cosa, otros de otra. Unos irán a la Universidad, otros seguirán otros caminos. Unos seguirán compartiendo su amistad, otros se olvidarán...., en fin, la vida.
Precisamente de eso se trata: de la vida, de si sabemos vivir el tiempo, de si sabemos coger las rosas mientras aún tienen color. Muchas gracias. CARPE DIEM !!!

sábado, 7 de mayo de 2011

INDIGNADA.



La oportunidad del auto engaño, la mentira sin salida, el aplauso del odio y la injusticia.
He intentado, y prometo que así ha sido, escribir algo literario y de buen gusto. Pero es que leo un periódico, veo el telediario o escucho la radio y tengo ganas de no volver a escribir una sóla palabra, de abandonar el intento de mejorar este mundo que no hace caso a los gritos silenciosos de la cordura.
¿Merece acaso la pena hablar con quien aplaude la muerte a sangre fría (y además sin juicio) de un hombre (por horrible o atroz que sus actos sean) ? ¿Merece la pena dar uso de mi creatividad o ingenio (si es que acaso algo tengo) en un mundo elitista donde sólo hay preocupación por lo excelente dejando sin oportunidad al resto? ¿Merece la pena luchar por los que no luchan? ¿Luchar contra corriente en un mundo gobernado por el dinero?
Hacer literatura en los tiempos que corren, como dijo el gran Valle-Inclán, es una canallada, pero comprendo que es una escapatoria de una realidad que devora y destruye a quien quiere mejorarla.

PREVISIBLES.

La brisa juguetona, juega con la temperatura. Un escalofrío, calor, tiritona... Miro desde la barandilla los coches pasando. La ciudad no quiere dormir, y yo tampoco. A lo lejos puedo ver un punto rojo que cada vez está más cerca, más cerca, más cerca... De repente todo es una nube gris que se eleva en el aire jugando a hacer remolinos. Sube hasta llegar a mí y ya sé lo que va a pasar, pero espero a que pase por el simple hecho de saberme capaz de adivinar cada una de tus palabras.
- ¿Bajas?
- No, odio llevar moño cuando discuto.
- Vale, hasta mañana. Por cierto me gusta tu pijama.
La niebla se disipa. Me río, mientras voy a calentar de nuevo la taza de café.