miércoles, 30 de noviembre de 2011

Predecible.


- Esto es como el amor.
- ¿Osea, que no existe?
- No, me refiero a fuerzas de atracción y repulsión.
- Si ya... Comprendo. Pretendes simplificar el mundo en algo tan sencillo como un modelo de dos fuerzas contrarias. Pero no sé si es porque no he dormido o porque esto está lleno de "Dermatophagoides farinae", pero me da la sensación de que o es mucho más complejo, tanto que sería absurdo intentar asomarnos a su grandeza, o es tan simple que sólo hay una fuerza.- Freno en seco.

La rabia contenida comeienza a emerger, primero en forma de sudor frío en las manos, asentándose después en mis mejillas donde se concentra la sangre. Cada célula parece vibrar y arder al mismo tiempo, coloreando mi piel de la turbación.
Miro por la ventana y respiro hondo tratando de calmarme, pero el cielo gris no consigue mejorar mi humor.

- Una fuerza, repugnancia, antipatía, asco. No PULL si no PUSH. ODIO.
- No empeores la situación. ¿Me dices tu nombre?- Sonríes al comprobar mi desagrado.
- Por lo visto, Atenea. Y tú debes de ser Idios.- Contesto exaltada.

El momento más feliz del día fue cuando alejándome pude ver tu figura estampándose contra el borroso fondo. ¡Ay! Adorada miopía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario