martes, 12 de octubre de 2010

Otra vez pensando.


Entre una marabunta de folios, palabras,libros y apuntes intento lograr,como Heráclito, cierto orden dentro de mi propio caos.
“Piensa Itziar, piensa....¿Qué es lo primordial? ¿Lo más necesario?”

Coloco, entonces, en la cima de lo que es ya una montaña el libro elegido. Y comienzo a viajar por la era primaria sumergiéndome en mil paisajes cársitcos....

“¡No, no y no! Son 26 páginas de larga agonía. ¿Por qué estudio esto? ¿Cual es mi motivación, mi meta?”

Preguntarme esto me hace trasladarme lejos, días atrás. Y vuelvo a cuestionarme “¿Sé acaso quien soy?”.
Hace tan sólo unos días me habría faltado tiempo para afirmar alto y claro “¡ Sí! Sé quien soy.”. Sin embargo hoy me tiembla la voz si digo sí y mis labios se niegan a decir no.
De cuántas variables depende mi vida que a cada segundo hay que tomar una decisión que cambiará todo lo que habrá de ser. Cada acontecimiento, cada palabra de los demás, cada pequeño gesto cambian a cada momento lo que soy y lo que seré.

Hoy veo las cosas distintas que ayer y las veré diferentes mañana. Que no os engañen nada permanece inalterable y nada es siempre lo que parece.
Lo que para mí es negro puede ser para ti, lector, blanco. Y viceversa.

Por que la percepción no es tan fidedigna como pensamos. La realidad no es plana ni hecha a escuadra y cartabón.


Me dirán entonces “Me he quedado pues sin nada en lo que creer. Puesto que nada es seguro, ni completamente cierto y todo puede cambiar sin previo aviso.”. Tienen toda la razón. Sin embargo, todo el mundo puede creer en sí mismo. Pues tenemos la seguridad de ser así y aunque podemos cambiar todavía ese si mismo no es.

“¿En que si mismo he de creer?”, me preguntan. Pues en el sí mismo justo, que mire bien por los demás y que granjee vuestra propia felicidad. Aquel que siga las leyes de la moral y os permita libertad.

Y aquí estoy yo dando la mamo a mi mí mismo que parafraseando a Sancho me anima “¡que continué la aventura!”, mientras la bibliotecaria me pide amablemente que por favor vaya desalojando la sala.

1 comentario:

  1. Itziar, la existencia ya es suficientemente amarga para que encima te la cuestiones. ¡Vive y sé feliz!

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