
Queridos y necesarios seguridores, tendréis que perdonar que últimamente esté pasando una época de insufrible aburrimiento. Que como ya sabeis, lo considero la peor tortura del mundo. Tampoco puedo hacer mucho para remediarlo porque como mis más ayegados sabreís no puedo, en las cuastiones personales, si no esperar a que el destino elija por mí, dado que así era la teoría del gran Victor Frankl... Espero que pronto pase esta etapa de muerte intelectual y vuelva poder escribir algo que merezca la pena.
Oda al aburrimiento.
Si todo está quieto,
si nada se mueve,
entonces te sietno
como incorporeo humo,
como a una rafaga de viento.
El tedio insoportable,
el eterno dormir,
horas interminables
lento de la imaginación morir.
Mata el ingenio,
ata la inspiración,
ataca tu mente,
es de la inteligencia mutilación.
Evitarte intento,
escapar de tu sopor,
odiado aburrimiento,
es de las musas dolor.
Del tiempo perdido me arrepiento,
pero vulevo en su modorra a caer,
y es que nunca escarmiento
y mi tiempo vuelvo a perder.
Más tu tedioso dormitar
es dulce como miel,
tu monótono pasar...
es fácil acostumbrarse a él.
Mi tranquila inopia
mi suave inconsciencia,
lo que tu estar obvia,
me lo regala tu inevitable exstencia.
¡Cruel aburrimiento!
¡Aburrimiento cruel!
Tan cerca te siento,
estas hoy pegado a mi piel.
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